lunes, 27 de marzo de 2017

Venezuela: ¿Un país sin Ciudadanos?

        
         por  José Vicente Haro García       

Algunos analistas atribuyen la situación de Venezuela a que no tenemos Ciudadanos, no tenemos ciudadanía. La crisis de la sociedad venezolana y del Estado fallido que tenemos actualmente pudiera contribuir, junto con otros elementos, a concluir que hemos llegado al presente en estas circunstancias, porque en efecto no tenemos Ciudadanos.

Sin Embargo, me permito, en el ejercicio de mi libertad de expresión y pensamiento, apuntar que tal vez la conclusión no deba ser tan radical o absoluta. Es cierto, tenemos millones de personas habitantes de un territorio que formó hace más de 200 años una Nación llamada Venezuela, con un Estado fallido en la actualidad, a causa de lo que todos sabemos y conocemos ha sucedido en nuestro país especialmente en los últimos 18 años. Yo acotaría: tenemos millones de personas, pero pocos Ciudadanos en comparación con nuestra población y con lo que se requiere para rescatar el país, la sociedad venezolana, la democracia de la Nación y restituir un Estado donde impere el Estado Constitucional para beneficio de todos los venezolanos.  

Es cierto que la gran mayoría de los habitantes de Venezuela ya no obran como Ciudadanos, ya no actúan con base en los valores y principios que determinan la ciudadanía, tales como: La Libertad, la Responsabilidad, el Compromiso, la Ética, la Honestidad, el Respeto, la Tolerancia, la Comprensión, la Solidaridad, la Igualdad, la No Discriminación, la Educación, el Trabajo, el Esfuerzo, la Constancia, la Meritocracia, la No violencia, la Equidad, la Justicia, la Participación, la Democracia y el Pluralismo, entre otros. Esta es lamentablemente la realidad de la sociedad venezolana y sobre esto sobran los estudios y referencias.

La mayoría de los habitantes de Venezuela han pasado a ser, prácticamente, solo personas y hasta simples semovientes (si se me permite la afirmación por más dura que sea), que salen día a día en busca de la satisfacción de sus instintos más básicos: sobrevivir, no morir, adquirir algún ingreso y con ello los medicamentos que con mucho esfuerzo se puedan encontrar, adquirir la comida que se pueda encontrar o alcance comprar para alimentarse y, en muchos casos, personas que ruegan y, hasta suplican, a las circunstancias, no morir en un Hospital o en una casa, porque, ya, en muchos casos, resulta hasta utópico llegar al Hospital y, mucho más, a una clínica. La realidad se impone con su cruda fuerza hasta aniquilar física y mentalmente a la persona destruyendo cualquier posibilidad para que los principios y valores ciudadanos rijan su accionar: se impone la supervivencia por encima de todo, queda a un lado todo lo demás, incluso, los derechos y deberes ciudadanos que nacen de los valores y principios ciudadanos y de la dignidad humana. Principios y valores ciudadanos, derechos y deberes ciudadanos pasan a ser algo etéreo para muchos, incomprensibles y hasta inservibles, muy lamentablemente: no dan de comer, ni curan una enfermedad. Reitero: la gran mayoría de las personas en Venezuela solo sobreviven.  

Frente a ese duro panorama, no podemos afirmar que no existan Ciudadanos en Venezuela, por el contrario, todavía a quienes, aunque seamos, por mucho, los menos, pese a las circunstancias, nos resistimos a renunciar a ser Ciudadanos y a abandonar Venezuela. Como siempre digo: Rendirse nunca, Retroceder jamás.

Sin embargo, la Ciudadanía no sólo se vive e internaliza con base en la concientización en nuestro fuero interno, de los principios y valores ciudadanos, de nuestros derechos y deberes ciudadanos, sino también, como aspecto fundamental; con base en la identidad e identificación y el vínculo con la nacionalidad, con nuestra Nación, con nuestra Venezuela. Aquí un apartado necesario: muchos de los pocos Ciudadanos que nos quedan están perdiendo ese vínculo y ya no se hallan, no se ven o no encuentran en Venezuela. Estudian y trabajan con mucha constancia y esfuerzo con un solo propósito y esperanza: irse del país y, en la mayoría de los casos, no volver más, pero no podemos cuestionarlos, esa es una decisión que parte del ejercicio de su libertad y hay que aceptarlo y respetarlo. Este es el punto en que debemos comprender en que la Ciudadanía implica por concepto, el vínculo que por nuestra nacionalidad nos identifica y nos da la identidad con la Nación pero, ya muchos Ciudadanos venezolanos no se encuentran identificados con Venezuela, ya no sienten esa identidad. Esa es otra cruda realidad que debemos aceptar y asumir.

Sin restar importancia a las palabras de Uslar, volvimos de la frase “sembrar el petróleo” en el sino de la sociedad y política Venezolana y en la histórica deuda a la que le atribuimos muchos de nuestros males. Tal vez nunca comprendimos que la clave para construir la gran Nación que todos deseábamos ver en Venezuela, pasaba por sembrar los principios y valores ciudadanos, los derechos y deberes ciudadanos y en reforzar el vínculo de nuestros connacionales con la nacionalidad venezolana, con Venezuela, no simplemente en “sembrar el petróleo”.  

Nunca es tarde para comenzar a hacerlo, más en las circunstancias actuales, pero debemos comenzar desde el núcleo fundamental de la sociedad: la familia, la escuela, la comunidad hasta abarcar nuestra sociedad en general y, debemos hacerlo, como lo demuestran los estudios más avanzados: desde las edades más tempranas y desde la educación: desde el preescolar, la primaria en primera y segunda etapa y, por supuesto, en el bachillerato, en los niveles técnicos superiores y en la Universidad. Debe ser un proyecto que transversalice TODOS los niveles educativos y TODOS los niveles de nuestra sociedad.  

En la Venezuela de hoy los Ciudadanos son un bien escaso, en la Venezuela del futuro no lo sabemos, no soy optimista al respecto pero no me daré por vencido en poner cada grano de arena que pueda, para la construcción de ciudadanía. Lo que sí podemos afirmar es que una sociedad sin Ciudadanos estará condenada a vivir en manos de tiranía, bajo la sumisión y la dominación total.   


                    josevicenteharo@gmail.com

5 comentarios:

  1. Como la invasión Castro Chavista nos marginalizó el país!!

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  2. el metodo cubano....pueblo preocupado por comida...por lo basico... no se ocupa de sus derechos ciudadanos...

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  3. el metodo cubano....pueblo preocupado por comida...por lo basico... no se ocupa de sus derechos ciudadanos...

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